Feminicidio en Juárez

Silencio. Encubrimiento. Corrupción. Abusos. Violencia machista. Muerte. Todo ello describe la situación que se ha vivido durante décadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Existen cientos de feminicidios desde hace más de 20 años. Muchos de los crímenes siguen sin resolverse y las autoridades se muestran reacias a investigar. Hoy aún siguen dándose casos. El término feminicidio fue acuñado por la gran antropóloga Marcela Lagarde para describir la situación en Ciudad Juárez.

Más de 5000 mujeres desaparecidas, cuerpos sin identificar y más de 500 homicidios. Las supervivientes se refugian con tal de evitar las amenazas. Distintas asociaciones de mujeres han creado espacios de protección, como la Casa Amiga de Esther Chávez Cano, para acompañar la violencia machista que se ejerce sobre las mujeres en dicha localidad. Dicho trabajo queda recogido en el libro de Víctor Ronquillo: Las Muertas de Juárez, donde el periodista, además de ofrecer una amplia investigación a partir de entrevistas y testimonios de personas implicadas, nos explica la labor de las asociaciones feministas que ofrecen cobijo a las supervivientes de la violencia estructural que emerge en Juárez. 

Pruebas desaparecidas, las víctimas que seguían amenazadas y todo apuntaba a que altos cargos políticos y policiales podían estar implicados de esta cadena de feminicidios. Todo ello ha fomentado el crimen organizado y la corrupción policial. El mismo patrón de mujer en muchas ocasiones: mujer de tez oscura, cabello largo, con pocos recursos económicos y sin relevancia social. Todas encontradas muertas, torturadas y medio enterradas en fosas comunes en el Campo algodonero. Cabe destacar que el 65% de las mujeres asesinadas habían presentado denuncias por violencia. 

En el documental del 2003: La ciudad de las chicas perdidas de Óscar Máynez, miembro del equipo forense de Chihuahua investigador de los asesinatos, revela que en alguna ocasión le pidieron que ocultara pruebas, lo cual precipitó su dimisión. Según las investigaciones la mayor parte de mujeres y niñas asesinadas fueron víctimas de conocidos en grados distintos. Esa parece ser una pauta importante.

Ciudad Juárez está situada en la frontera con Estados Unidos, muy cerca de El Paso (Texas), se dedica principalmente a la manufacturación en fábricas creadas bajo el acuerdo de la NAFTA, el acuerdo norteamericano de libre comercio. En Juárez donde la tasa de desempleo es muy baja, se situaron las maquiladoras y allí trabajan mujeres por un sueldo ínfimo por tal de mantener a sus familias recién llegadas del campo.  Los autobuses en donde viajan dichas mujeres, la mayoría menores de edad, en ocasiones las dejaban a pie de carretera en donde no existe iluminación alguna a altas horas de la noche. 

Los estadounidenses tampoco se muestran muy implicados en la investigación de los feminicidios, ya que ensuciarían de sangre el acuerdo de libre comercio en donde existe un beneficio libre de impuestos para muchas archiconocidas empresas. 

La falta de rigor de la polícia no ha sido ignorada. La impunidad en los delitos contra las mujeres y las constantes negligencias han sido difundidas internacionalmente y varias organizaciones, como Amnistía Internacional, se han involucrado para cambiar tal aberrante situación. 

El gran progreso de toda esta masacre llegó con la entrada al Congreso de Marcela Lagarde, la cuál ha logrado avanzar a pasos agigantados creando la Comisión Especial de Feminicidio en el Congreso para investigar el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez. Además ha dirigido la Investigación Diagnóstica sobre Violencia Feminicida en la República Mexicana, la cual destaca que el feminicidio no es exclusivo de Ciudad Juárez. Su lucha constante no ha cesado hasta implementar nuevas leyes en el Código Penal Federal, como la tipificación del delito de Feminicidio y la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, ley vigente en México desde el 2007. Además de impulsar la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres. 

Después de diversas investigaciones, la diputada y antropóloga declaró que los  crímenes contra las mujeres son la punta del iceberg de otras formas de violencia presentes en la vida social de manera constante, toleradas socialmente y por las autoridades, las cuales desembocan en un clima de impunidad estructural.

Bibliografía:
- Libro: Las muertas de Juárez: Crónica de una larga pesadilla. De Víctor Ronquillo.
- Documental: La ciudad de las chicas perdidas, de Óscar Máynez.
- Libro: Los cautiverios de las mujeres. Madreesposas, monjas, putas, presas y locas. UNAM México. Edición 1993. De Marcela Lagarde.
- Libro: Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia. Cuadernos inacabados. Número 25. Horas y Horas. España. Edición 1997.

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