Día 3 : Lima

Nada más desayunar, los niños aprenden a jugar al archiconocido juego del UNO. Seguidamente nos dirigimos a comprar los billetes para Cuzco. Recorremos Miraflores en busca de los boletos. Después de perder medio día comparando precios y buscando algo asequible tomamos la opción vía internet. Al reservarlos, visitamos el actual Parque de las Aguas. Allí el agua baila al son de la música y los niños y adolescentes se divierten en buscar una salida al laberinto acuático para no mojarse.

Comemos típica comida peruana: ají de gallina, arroz verde con pollo y papas rellenas (buenísimas). Jugamos con Arles y Marc al piedra papel y tijera mientras viajamos en los transportes públicos, mientras un trabajador intenta recolectar pasajeros convenciéndoles del trayecto que realiza. La música suena alta y nos envuelve y relaja ante la velocidad de los comboys.

Después visitamos la famosa casita de madera, ya bien conocida en mi familia. Allí comentamos las fotos familiares, en las que aparecen mi hermana y Marc y rememoramos su mágico paso por sus vidas. Seguidamente regresamos a casa y descansamos nuevamente.