Día 25

Hoy el día se despierta triste y sombrío. El frío hace mella en nosotras y la lluvia moja las calles empedradas de la ciudad de Cuzco. Al haber descansado poco la noche anterior, debido al trayecto de regreso de Arequipa, caemos rendidas nada más llegar. No logré pegar ojo durante el camino de autobús ya que la niebla no dejaba reconocer las líneas de la carretera, los asientos no se reclinaban y la televisión de algún pasajero estaba insoportablemente alta.

Comemos en nuestro lugar preferido para despedirnos y por la tarde paseamos para conseguir las últimas piezas de recuerdos. Regresamos a casa temprano, sin ganas de nada y con el frío ya metido en el cuerpo. Después de la cena me quedo leyendo hasta que caigo rendida.