A caballo

Por la mañana temprano nos dirigimos a subir al Cristo Blanco (similar al Corcovado de Río). De camino hacia arriba nos encontramos a dos tipos que nos recomiendan un tour a caballo para visitar el valle sagrado alternativo: templo de la luna, el templo de los monos y la zona x. Decidimos aceptar y pasear en caballo. Al principio me resulta complicado, ya que hace un par de años que no monto, pero en un momento me hago al caballo y resulta emocionante. Paseamos por un bosque de eucalipto que trajeron de Australia. Nos detenemos para visitar los templos. Nos comentan que el templo de la Luna ejerce una energía positiva y al entrar la siento, quizá por la frialdad de la cueva o por la poca luz que entra en ella. De regreso, observamos Saqsawaman desde arriba y el guía nos comenta que fue la mayor fortaleza inca. Después visitamos el Cristo Blanco y vislumbramos la ciudad de Cuzco desde lo más alto.

Bajamos caminando por la carretera y llegamos a la avenida de la cultura donde tomamos la combi hacia San Jerónimo. Hoy las mamás resultan más abiertas y una de ellas me explica dónde vivía,  cómo ayudaba a pasturar las vacas y ovejas de su madre y que finalmente se fue a trabajar con su tío. Llegó a Mantay hace seis meses embarazada de cinco. Otra de las mamás me comenta que cada domingo visita a su mamá al cerro donde ellos viven. Les pregunto que música les gusta y les prometo conseguirles un cd. La mayoría coincide en las baladas, muy populares en Perú. Comentan que les gustaría estudiar, a la mayoría enfermería.

Me he sentido mucho más cercana a ellas hoy, me han explicado vivencias sin yo preguntar. Por la tarde damos un paseo por el parque que estan construyendo delante de la finca, con los bebes y las mamás. Han derribado el muro del cementerio y ahora se ve desde la puerta de la casa. Conversamos sobre la muerte y hablo de la incineración, ellas se sorprenden al imaginar si quiera la idea.

Cenamos una pizza en Cuzco y nos vamos a dormir temprano ya que nos espera un duro fin de semana.