Puno
Amanece en la estación terrestre de Puno. Allí nos recoge un autobús y nos deja en el puerto de entrada del lago Titicaca. Seguidamente tomamos un pequeño barco. No me siento muy cómoda con las excursiones turísticas pero escucho las explicaciones e intento participar. Debido a ello, convenzo a mi compañera de ruta para elegir el tour que solo nos transporta de Puno a Taquile. Pasaremos por los Uros y allí buscaremos alojamiento para pasar la noche.
La primera parada del tour es la isla de los Uros. Resulta interesante ver sus viviendas con tv y cama encima de unos corchos flotantes atados al fondo del mar con unas estacas. La parada resulta demasiado turística, sobretodo cuando los turistas ríen a carcajadas cuando las residentes de la isla cantan al mismo son Vamos a la playa. Los niños de la isla resultan muy divertidos y entrañables. Nos explican que van al colegio en Puno. También explican que mueven las islas antes de la temporada de lluvias para protegerse.
Seguidamente llegamos a nuestro destino: Isla Taquile. Allí dejamos al grupo y nos dirigimos a la casa de una familia indígena. Dispone de varias habitaciones en la casa aunque no disponen de electricidad. En dicha isla conviven 2000 personas distintas a los demás isleños del lago. Su lengua es el quechua y solo se casan con los de su misma etnia. Funcionan como una cooperativa repartiéndose los beneficios a partes iguales.
Almorzamos en una casa particular en la parte más alta de la isla donde la panorámica resulta impresionante. A las 15.00h de la tarde la isla está exenta de turistas. Por la tarde bordeamos la isla por el único camino que la envuelve y nos cruzamos con pastores de ovejas, vacas, niños correteando, mujeres lavando la ropa, pescadores limpiando sus botes. Al atardecer regresamos a la casa. Intentamos encontrar la entrada con la poca luz que proyectan nuestras linternas en la oscuridad. Cenamos a las 6 de la tarde con la luz de una vela.
