último día de cooperación

Teóricamente debía cocinar y dar clase hoy pero mi estómago me lo impide totalmente. De buena mañana me dispongo a ir al mercado para hacer la compra pero a la vuelta mi estómago se resiente y decido descansar para reponerme antes del viaje a Sapa. Me pierdo el meeting de despedida y también la visita al hospital ya que me quedo inmóvil en la cama. De todas maneras comparto mi valoración a cerca del proyecto.

La despedida. Abrazos, besos, intercambios de correo electrónico. El adiós resulta culturalmente muy distinto entre nosotros. Resulta extraño que en un periodo de tiempo tan corto me haya habituado a un tipo de vida totalmente distinto al de mi origen. Y ahora se acaba. Cada uno vuelve a su respectivo país y volveremos a vivir a ciertas horas de diferencia. En horas, las habitaciones en las que hemos compartido esta experiencia tan grata se vaciaran y darán paso a nuevos voluntarios. Mañana por la mañana Vince y Shu estaran en Korea, Oscar y Jennifer en California. Guilleume en París. Nuestros caminos se separan y cada uno vuelve a su entorno, aunque podremos siempre recordar que compartimos esfuerzo por una buena causa.

Por la noche me dirijo al centro de la ciudad a hacer algunas compras. Cenamos en Little Hanoi donde disponemos de tenedor y cuchillo, servilletas y bebida (una novedad para nosotros) y así nos despedimos hasta el martes, ya que cada uno tomara una ruta este fin de semana.

Después regreso a casa a pie. Me desoriento y un conductor de autobús muy amable me acerca a una estación de tren. Me siento muy agradecida. Llevo a tiempo a tomar el tren. Comparto la estancia en tren con otras cooperantes. No logro dormir ni dos horas debido a los rígidos bancos de madera.