Hoi An

Por la mañana temprano cogemos el autobús con destino a Hoi An. Al llegar al lugar, contrastamos algunos precios para elegir el hotel más adecuado. Elegimos uno con piscina, y debido a que compartimos una habitación cuádruple no resulta caro. Nos remojamos en la piscina y después de comer nos adentramos en Hoi An.
Resulta encantador pasear por sus calles. Es Patrimonio de la Unesco. Es un lugar costero con muchísima magia y esplendor. Además dispone de millones de sastrerías dónde confeccionar la ropa a medida, diversidad de pagodas, casas, templos, y en donde la confección de farolillos está a la orden del día y de la noche.
Pagamos por un tiquet que dispone de varias visitas y descubrimos un pequeño templo, una iglesia y una casa particular. Resulta interesante adentrarse en distintos lugares que muestran el modo de vida de los locales.
Después decidimos hacernos un vestido a medida. No sabemos bien por cual decidirnos pero finalmente escogemos una que parece que ofrece un estilo moderno y buen género.
Cenamos en un lugar realmente acogedor a la orilla del río. Se apunta una chica de la Youth House que resulta estar visitando la ciudad. Me encuentro a la pareja de Donosti de Halong Bay. Se quejan del trato a los turistas de los vietnamitas y comentamos que quizá no estén muy acostumbrados al turismo y por lo tanto no tienen en cuanta cuidar la atención al cliente. Quizá sea así.
